A medida que las mujeres entran en la perimenopausia y la menopausia, se vuelven
muy dulces….
Y no, no me refiero a su estado de ánimo, me refiero a que su sangre es demasiado
dulce porque contiene altos niveles de glucosa.
Esto se conoce como intolerancia a la glucosa, y las personas que se encuentran en
esta situación suelen tener prediabetes o diabetes tipo 2.
¿Cómo llegamos a este punto?
Las mujeres en la menopausia pueden desarrollar intolerancia a la glucosa ya que la
disminución de los niveles de estrógeno hace que se vuelvan menos sensibles a la
hormona insulina.
Esta hormona, que es producida por el páncreas, ayuda a transportar la glucosa del
torrente sanguíneo a las células del cuerpo para ser usada como fuente de energía
Pero cuando la insulina no puede hacer esto adecuadamente y procesar la glucosa,
queda demasiada azúcar en el torrente sanguíneo y las mujeres pueden desarrollar
prediabetes o diabetes tipo 2.
Algunos de los signos y síntomas de la intolerancia a la glucosa pueden incluir
mucha sed, visión borrosa, somnolencia, boca seca, fatiga, pérdida de masa
muscular y necesidad de orinar con frecuencia.
Es importante que consultes con tu médico y controles tus niveles de azúcar en la
sangre para ver si tienes esta intolerancia a la glucosa y cómo puedes revertirlo.
Para descubrirlo, únicamente necesitas un análisis de sangre.
Hay algunos signos que nos indican que tenemos intolerancia a la glucosa, por
ejemplo, las mujeres tienden a acumular grasa abdominal, tienen más sofocos,
experimentan más ansiedad y cambios de humor y tienen un mayor riesgo de
infecciones del tracto urinario.
¿Hay algo que podamos hacer para ayudar a prevenir o revertir la intolerancia a la
glucosa?
Claro!! y de ello te hablaré en mis próximas publicaciones, así que mantente
conectada conmigo para aprender más al respecto.